Queridos hermanos que vivís vuestra fe en Jesucristo Resucitado en la
diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño: el Santo Padre Francisco me
ha nombrado obispo de vuestra, nuestra, querida diócesis.
Pido a Dios que me ilumine y fortalezca para poder acompañar a esta histórica diócesis que peregrina en tierras riojanas, en los nueve arciprestazgos que la configuran, y en la que todos vosotros vivís con intensidad y alegría el don de la fe que hemos recibido. Desde el día en que el Señor Nuncio me comunicó la noticia os tengo presentes en mis oraciones.
Muchas gracias a mi antecesor Don Juan José Omella por todos sus desvelos y entrega fecunda al servicio de esta diócesis. Pido a Dios que se le siga ayudando en la Archidiócesis de Barcelona. Gracias también a Don Vicente Robredo que en estos meses de sede vacante ha ejercido, con generosidad, de Administrador Diocesano.
Os pido de corazón vuestra oración para poder llevar adelante esta nueva tarea que el Papa Francisco me encomienda, a quien le agradezco su confianza y le muestro mi filial adhesión. Soy consciente de mi debilidad pero confío en la acción del Espíritu Santo y en vuestra colaboración y ayuda, queridos sacerdotes, religiosos y laicos, para poder llevar adelante este servicio en la diócesis de Calahorra y La Calzada- Logroño.
Sé que es mucho el trabajo que se realiza en esa Iglesia diocesana, en sus parroquias, delegaciones, secretariados, comunidades religiosas, asociaciones, movimientos y familias; y que hay un gran interés en ser una Iglesia en “estado de misión permanente” para llegar a todos con el mensaje de la Salvación de Cristo, siendo testigos del amor y la misericordia de Dios. Debemos seguir estando cerca de todos los que sufren, sin cansarnos nunca de tender nuestra mano amiga y nuestra ayuda incondicional a todo el que la necesite, especialmente a los más pobres y débiles.
Vengo a La Rioja con ilusión y esperanza, para compartir con vosotros la alegría de anunciar el Evangelio. Os agradezco vuestra acogida, vuestra buena disposición y vuestra oración por mi humilde persona y por mi ministerio episcopal en la diócesis de Calahorra y La Calzada- Logroño que ahora se inicia. En este 13 de Mayo, encomiendo a la Virgen de la Valvanera, Madre de la Misericordia, todas nuestras tareas y personas.
Recibid, un saludo cordial y lleno de afecto y la bendición del Señor.
Pido a Dios que me ilumine y fortalezca para poder acompañar a esta histórica diócesis que peregrina en tierras riojanas, en los nueve arciprestazgos que la configuran, y en la que todos vosotros vivís con intensidad y alegría el don de la fe que hemos recibido. Desde el día en que el Señor Nuncio me comunicó la noticia os tengo presentes en mis oraciones.
Muchas gracias a mi antecesor Don Juan José Omella por todos sus desvelos y entrega fecunda al servicio de esta diócesis. Pido a Dios que se le siga ayudando en la Archidiócesis de Barcelona. Gracias también a Don Vicente Robredo que en estos meses de sede vacante ha ejercido, con generosidad, de Administrador Diocesano.
Os pido de corazón vuestra oración para poder llevar adelante esta nueva tarea que el Papa Francisco me encomienda, a quien le agradezco su confianza y le muestro mi filial adhesión. Soy consciente de mi debilidad pero confío en la acción del Espíritu Santo y en vuestra colaboración y ayuda, queridos sacerdotes, religiosos y laicos, para poder llevar adelante este servicio en la diócesis de Calahorra y La Calzada- Logroño.
Sé que es mucho el trabajo que se realiza en esa Iglesia diocesana, en sus parroquias, delegaciones, secretariados, comunidades religiosas, asociaciones, movimientos y familias; y que hay un gran interés en ser una Iglesia en “estado de misión permanente” para llegar a todos con el mensaje de la Salvación de Cristo, siendo testigos del amor y la misericordia de Dios. Debemos seguir estando cerca de todos los que sufren, sin cansarnos nunca de tender nuestra mano amiga y nuestra ayuda incondicional a todo el que la necesite, especialmente a los más pobres y débiles.
Vengo a La Rioja con ilusión y esperanza, para compartir con vosotros la alegría de anunciar el Evangelio. Os agradezco vuestra acogida, vuestra buena disposición y vuestra oración por mi humilde persona y por mi ministerio episcopal en la diócesis de Calahorra y La Calzada- Logroño que ahora se inicia. En este 13 de Mayo, encomiendo a la Virgen de la Valvanera, Madre de la Misericordia, todas nuestras tareas y personas.
Recibid, un saludo cordial y lleno de afecto y la bendición del Señor.
+ Carlos Escribano Subías
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